martes, 24 de abril de 2012

Exceso

   Ya no recuerdo la luz del Sol. He olvidado el día y mi cuerpo se ha acostumbrado a esta eterna noche.
   Los gases nocivos flotan formando una espesa niebla que oscurece la tierra y pudre todo organismo que abarque su radio de muerte. He de llevar un traje especial y mascara para proteger mi sensible organismo de la hostil atmósfera que vaga entre los enormes amasijos de metal y cemento, a los que el resto de "ciudadanos" llaman edificios.
   Hay otros que, como yo, también tienen que llevar una protección para no acabar descompuestos y convirtiéndose en polvo; a diferencia de los "Tecnómatas", esos seres compuestos de circuitos y carne que parecen ser inmunes al venenoso aire.
   La ciudad forma un enorme laberinto de hierros, armazones, tecnología y exceso. Todo a mi alrededor es oscuro y frió; la vida es una superviviente en un mundo artificial, moribundo por su propia ambición...
   Mi única fuente de evasión ante tan enorme desamparo es La-Net. El ciberespacio constituye un mundo en sí donde las limitaciones físicas no están presentes... Lugar de negocios y ocio, con un máximo de 10 horas de uso, si no quieres acabar con el cerebro fundido literalmente. Una droga por cable. Sueños creados por un chip...
   La vida en este lugar no merece la pena -Mierda, otra vez llueve ácido...-. Esta ciudad es una necrópolis habitada por cadáveres andantes, máquinas y óxido...
 
...Una creación del ser humano que ha acabado por consumirles... 

Biomega, manga de Tsutomu Nihei


No hay comentarios:

Publicar un comentario