viernes, 20 de abril de 2012

Billete de ida.

   Y soy de esos que no tienen reparo en quitarle el dinero a los niños pequeños cuando les gano en un combate pokémon. Sus miserables rattatas y débiles pidgey no pueden hacer nada contra mí; los aplasto con suma facilidad y me proclamo vencedor, buscando mi recompensa. El camino del entrenador es duro, pero sabes que lo importante no es llegar a convertirte en campeón, sino disfrutar del viaje, como hicieron Yuna y sus guardianes en Spira. "Quiero que mi camino esté lleno de risas" decía la chica deseando que su peregrinaje le hiciese olvidarse del final que le esperaba; pero la fuerza de la amistad cambió el destino, aunque no los privó del triste desenlace...
   Es como la vida misma; el camino se disfruta más que llegar a la muerte, y sabes que cualquier cosa que hagas, por muy grande que sea,  no te desviará de la ruta.


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