jueves, 19 de mayo de 2016

I ' m g o n e.

Me he ido y sin intención de volver, siquiera de irme.
Decidí que metiéndome en mí conseguiría hallar respuestas y sólo conseguí perderme en mi inmensidad.

No soy más que una infinidad de posibilidades barajadas en mi mente, razonamientos que nadie más que yo entendería.

No siento ni padezco, carezco de euforia y deseo.
Nada me ilusiona, nada me hace sentir más grande. Siento que soy un universo expandiéndose a miles de años luz dentro de un frasco diminuto.


Quizá el día que todo explote en mil planetas nuevos me renueve en la energía que añoro, o quizá simplemente quede en la memoria de alguien que haya intentado conocerme.

En cualquier caso, cuando algo no puede ir a peor, solo queda esperar a lo bueno, que a su vez es cualquier cosa menos lo que tienes.