viernes, 6 de junio de 2014

La vida da vueltas.

¿Creías que podrías con ello?
¡Qué errado!
¿Quién capaz se haya de decir 
no a el más bello de los pecados?
El defraudarse a uno mismo,
el doler a otro más que a sí.
Es todo tan tenue...
Gris es el nuevo blanco en tu mirar.
Algún día quizás me digne, 
a lo mejor me torno benevolente,
pero suposiciones 
no son más que eso, suposiciones.
Escribir en columna por fastidio,
rencor, odio y fracaso.
Ahorro de anchura, como cuando
decidimos ayunar en huelga
a la vida que nunca vamos
a ser capaces de cambiarnos.
Salen rimas absurdas que 
convierten un texto tan serio 
en práctico y cómico.
A lo mejor así camuflo de una vez
el afán por abrirnos las heridas
el uno al otro.
El goce de marcar nuestros propios
brazos con un filo de gloria.
Es probable que no haya dicho
como se me golpea el pecho
cada vez que te pienso;
es posible no haber mencionado que
sin embargo no sería,
no al menos ahora,
capaz de vivir un día sin saber que estás ahí.
No vuelvas a no volver.
No repitas mi alma transformando
a quien no directamente a ti capaz es
de escribirte en un ser histérico
y desesperado.
Irracionalmente desesperanzada,
con un balazo en la nuca 
a cambio de tus labios de los que nunca creí
poder permitir alimentarme.

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