Y pasan los días.
Y sigues ahí.
Y me recuerdas que en el amor, como en la guerra, todo vale.
Viniste en ese momento, creaste tu propia oportunidad y estás jugando tus cartas. Tienes varias criaturas sobre la mesa, manás a montones y me haces aguardar por tu siguiente movimiento.
Me mentiste, pero no te creí. Sabía que ibas a luchar incluso contra tus propios principios. Sabes lo que ganarás con tu victoria. Yo sólo sé que en el amor, como en la guerra, siempre hay pérdidas.
Tú tan sólo quieres la luna, tú y yo.
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