Verano, otra vez. ¿Y si no acaba nunca? De nuevo, con diferentes aires y nuevos vientos. Fundido de color esmeralda, oscureciendo al Sol y derramando verde. El fénix planea bajo.
Si no hay salida señalizada, si el camino desaparece... ¿No puedo descansar? Ni luces, ni sombras, ni vacío... Sólo de paso, como mejor se aprecia al resto.
Y todo se olvidara y se esfumará en busca del horizonte donde el infinito duerme.
Con sitio reservado.
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