«No entiendo, nunca entiendo, no puedo, nunca voy a poder.»
Tengo miedo. Miedo a lo que viene y a lo que vino. A un pasado irregular, a un presente al que me ato y quiero atarme, a un futuro desconocido y negro.
No llego a entendernos y ya a estas alturas empiezo a sospechar que es porque no hay nada que entender.
Sin embargo, me rectifico cada vez que caigo en que sigo retorciéndome con cada Luna en la que respiras frío en mi cuello, irónicamente eso vuelve a restarse, dado a que cada cielo de oro me trae a la vida hace algunos días y no con quien debe.
Sin embargo, me rectifico cada vez que caigo en que sigo retorciéndome con cada Luna en la que respiras frío en mi cuello, irónicamente eso vuelve a restarse, dado a que cada cielo de oro me trae a la vida hace algunos días y no con quien debe.
No me siento bien. Vuelve a pasar y me siento abajo, profundo... otra vez, de a pasos agigantados, empieza a asustarme... y con cada intento de apartar lo que sucede en mi interior eres tú quien me obliga a seguir.
¿Que se hace cuando la naturaleza y el sentimiento se contradicen?