lunes, 11 de febrero de 2013

La espera infinita

No aguanto más.
No quiero aguantar más.

Siempre entradas pesimistas las mías, pero no, no puedo ser diferente. 
Cómo mierda voy a ser diferente con lo mal que lo paso, joder.
Mezcla de odio, furia, miedo y tristeza que hay ahora mismo dentro de mí son increíblemente enormes. Tiemblo y escucho mi corazón latir fuerte.

Que asco de vida.

Mi familia, lo único que creía tener, son un estorbo.
Odio el instituto y el tiempo que pierdo en él.
Quiero a alguien más de lo que debería y no va a poder ser.

Básicamente: tengo mis problemas (que no son pocos) , en casa me joden, en el intituto me joden, en la calle me joden, todos me joden todo el tiempo.
Quiero estar sola y no puedo, no hay momento.

Ayer pude escapar sola a caminar sin rumbo y descubrí un lugar solitario hermoso, donde al ser frío que escribe no le molesta el Sol y a la hija de puta que escribía hace un momento le bailan los ojos con semejante paisaje.

Tengo un amigo, nombrado hace unas líneas, ese al que tanto adoro, con él puedo ser yo.
Me escucha, me aconseja, me hace estar cómoda. Me asusta espantarlo con tantas locuras y pesimismo.

Estoy en el -13 del mínimo cero.

Ya no sé que hacer, sé que es lo que quiero pero sé que es imposible hacerlo sin problemas.

Me da miedo lo que pueda pasar si soy libre como quiero, pero tengo que aguantarme.

Sé que por mucho que lo anhele no voy a llevar a cabo ningún objetivo, nunca lo hice y no lo voy a hacer ahora, siendo cosas tan extremas.

Necesitaría ayuda, y tengo claro como conseguirla, pero no quiero hacerlo, en parte, porque no quiero que me odie aún más mi familia.





Sigo siendo aquella idiota incapaz de hacer daño.
Sigo siendo aquella idiota a la que todos dañan.






Mi pequeño rincón de luz, donde estando sola respiro paz:




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