No importa que el futuro se vea problemático o que ni siquiera exista. Vivo en el presente, muriendo cada noche y renaciendo al alba. El hoy se parece al ayer, y el mañana tendrá la misma apariencia, pero sé que cada día soy distinto y todo es nuevo bajo el Sol. Estoy estancado en las vueltas de las manecillas del reloj; números iguales, pero no ocurre lo mismo en cada uno.
El vodka, la ginebra y el tequila han conseguido que llegue a apreciar el buen whisky y el ron. Ya no veo lo mismo que mis ojos estaban acostumbrados; ahora navego en un cálido mar y descanso en solitarias playas vigiladas por palmeras. Ahora se vislumbra un anhelo de libertad entre las palabras, buscando la forma de concienciar y demostrar que un mundo mejor es posible.
Si no encuentro esa persona que sepa quererme y sentir mi cariño, me la invento. Mis historias son más tristes y los héroes han dado paso a infelices que suplican por una vida mejor.
El olor de la noche puebla de nostalgia mi mente; recuerdo tiempos mejores, me fundo en pretéritos de felicidad inocente y desinhibo mis pesares en tabaco y naturaleza.
Y esos acordes que flotan en el viento y suenan a verano. Esas canciones que siempre guardan un buen momento. Todo sería más ameno si se pareciera a nuestros sueños...
Los demás siempre me decían "no cambies nunca",
pero sé que eso es imposible.
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