Me magnetizas
cuando noto tu mirada,
cuando te creces,
cuando prefieres abandonar.
Es de impacto inminente
querer disimular
ante un calor húmedo,
un descaro en manifiesto.
Nos consta que no hay
contrato peor pactado
que aquel que jamás
siquiera se intentó firmar.
Cuesta no dejar de intentar
mantener bajo llave
aquello que resulta evidente
ante los ojos de quien observa.
Quizás llegue el momento
y nos corroa el morbo,
aunque puede que el placer
esté en perder dejándolo pasar.
Me completa el aura tu luz negra,
me llega de la forma más sutil,
suave, intensa, delicada y carnal
habida en mi historia.
Acompáñame hoy en sueños,
allí donde sólo nosotros
conseguimos ir,
a plena violencia emocional.
Seamos crueles descubriendo,
dejemos al Sol asomar,
destrocémonos en arte,
ahoguémonos en nuestro propio mar.
Me magnetizas cuando eres inoportuno,
soez, finamente vulgar;
cuando no te importa el "no",
cuando te dejas ver.