miércoles, 4 de julio de 2012

Cisne blanco

   Amarga niebla del inaceptado incienso, coloreada según sea el alma y estallando al compás del aire. Portadora de las raíces arrancadas y las alas extendidas, de los deseos lapidados y las sonrisas sin sentido.
   Olor a olvido y sabor a recuerdo. Suntuosamente descarada, siempre atenta con tu cometido y fugaz como el crepúsculo. Grácilmente desapareces y otra vez vuelves a emerger del abismo, cargada de palabras que sólo te elevan.
   ¡Qué suerte de creación inútil! ¡Qué fácil todo a tu lado!
   El tiempo deja de tener poder y el futuro se borra de repente... Y ahora todo te pertenece. Apoderándote de los débiles y sumiéndolos en tu poder multicolor, destruyendo por dentro y creando por fuera, sanando y matando, trayendo contigo la perdición y el olvido... Cuántos años de experiencia llevas tras de ti, cuántas personalidades has hecho flotar entre las estrellas de la inmortalidad y cuántas más se han perdido en tu laberinto esmeralda... Fundiéndote con el momento y formando parte del recuerdo.


Dama del arcoiris,
qué mejor que dedicarte estas palabras...


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