Otra vez están merodeando por el pasillo... Oigo sus pisadas, sus gemidos, su incansable olfateo para poder dar conmigo... ¡Rapido! Me echaré en peso sobre la puerta por si intentan abrirla. Esta habitación es mi santuario, mi seguridad, mi salvación... No puedo salir hasta que no llegue el día y su luz fulmine a mis perseguidores.
Solo tengo que huir... Pero siempre me paraliza el miedo y acabo oculta entre las sombras, bajo una cama, en algún armario...
A este paso acabaré perdiendo la cordura y ofreciéndome a esos que desean devorar mis entrañas... Porque es lo único que anhelan; acabar conmigo y con mis restos, su instinto depredador así lo desea... Y no sé si acabaran consiguiéndolo.
Para mi el tiempo ya no existe, no se ni cuanto llevo aquí ni cuanto me queda; sólo distingo día y noche... ¡Por favor, que estos treinta años que debo pasar aquí pasen de una jodida vez! ¿Por qué cruzaría el maldito portal? Yo quería vivir aventuras, no ser perseguida sin descanso... Por favor, quiero que ya sea de día.
Necesito un respiro...
...O una bala que atraviese mi cráneo y me despierte de esta pesadilla...
No hay comentarios:
Publicar un comentario